Los abogados herencias Burgos saben qué hay detrás de un testamento
Cuando Francisco supo que no era mucho el tiempo que le quedaba junto a su familia, no tardó en decidir que redactaría un testamento para conferirles a su esposa e hijos la fortuna que había logrado construir. Creyó que lápiz, papel y un notario serían suficiente, pero conoció a los abogados herencias Burgos quienes ampliaron su visión y lo asesoraron para que lograra hacer valer su última voluntad.
El papel y el lápiz eran necesarios, la presencia de un notario también. Lo que desconocía Francisco es que había varias rutas legales para cumplir con su objetivo de compensar a su familia con los bienes que había edificado a lo largo de su vida.
Lo primero que supo era que debía contar con la asesoría de un abogado especialista en derecho hereditario y de familia, como los que forman parte del bufete abogados Benidorm, que dan atención personalizada y ajustada al caso de cada cliente que representan.
Una vez que Francisco se dispuso a dejar el proceso hereditario que deseaba emprender a cargo de un abogado experto en el área, todo fluyó más rápido y tuvo la garantía de que el testamento cumplía con todo lo que estipula la ley para ser valedero. Lo que menos deseaba este padre de familia era generar confusión entre su esposa y la descendencia de ambos.
Es que un mínimo detalle podría ser razón para declarar la nulidad de un testamento. Por ello los expertos en la materia insisten en una asesoría cercana que no sólo se basa en explicar los pasos a seguir, sino en acompañar al cliente en cada fase del trámite para garantizar su veracidad y legalidad ante la familia y el Estado.
En el caso de España, el Código Civil establece tres tipos de testamentos:
Testamento abierto. Es el que no implica reservas ni secretos, sino que es de dominio familiar. Antes de fallecer el testador manifiesta abiertamente cuál es su última voluntad y advierte a su familia que podrán disfrutar de determinados bienes. La notificación de la existencia del testamento debe hacerse ante un notario o ante testigos.
Testamento cerrado. Se da cuando el dueño de los bienes que formarán parte del caudal hereditario no comunica a nadie de su entorno la existencia del testamento. Sino que delega en una persona autorizada la difusión post mortem del documento.
Testamento ológrafo. Es aquel que debe ser escrito de puño y letra del testador, debe contener su firma, el lugar y la fecha detallada de su creación.
Cualquiera que sea el tipo de testamento que se desee realizar, todos deben ser sometidos a un acto de protocolización ante un ente judicial que determinará si cumple con los rigores de ley.
La atención de un abogado dedicado al derecho hereditario permitirá cubrir cualquier detalle que ante los ojos de un civil podría pasar desapercibido, pero que jurídicamente podría significar un conflicto que echaría por tierra el deseo de quien escribe un testamento.