Cómo elegir un motor de segunda mano
Las piezas de un coche son delicadas, pero algunas son vitales para su buen funcionamiento; por ejemplo, no es lo mismo que se dañe la manecilla que sirve para manejar el elevalunas, que el r. Aunque existe la creencia de que las piezas usadas no funcionan bien, no hay nada más lejos de la realidad que un motor de segunda mano.
Gracias a las modificaciones que han sufrido las leyes que regulan a los desguaces, ya no existen posibilidades de que los Centros Autorizados de Tratamiento de Vehículos pongan a la venta una pieza que esté en mal estado. Afortunadamente, los consumidores pueden hacer sus compras sin el miedo de ser estafados.
Ahora bien, hay que tener en cuenta que aún hay empresas que se mantienen al margen de las normas y, a cambio, ofrecen sus productos a increíbles precios para persuadir más rápido al comprador desesperado. En este sentido, a la hora de hacer una inversión -sobre todo si se trata de la adquisición de un motor- lo más recomendable es buscar a las tiendas más reconocidas del sector.
Si el dueño del coche sigue este consejo, saldrá de la tienda con la seguridad de que lleva consigo la pieza correcta y en perfecto estado. Además de esto, va a tener garantías sobre el producto que compró y, en el caso de presentarse alguna falla, podrá exigir el cambio o la reposición del dinero invertido. Todo dependerá de las condiciones en que se llevó a cabo la venta.
Por otro lado, hay que destacar que si prefiere buscar un motor de segunda mano con mayor comodidad, puede optar por las tiendas online especializadas. Allí, por lo general, encontrará el modelo que anda buscando, a precios más bajos, con la misma calidad y sin necesidad de ir de un lado a otro, hasta hallarlo.