Packaging equipos: empaques para atender las necesidades del mercado
La inmensa competitividad existente en la actualidad obliga a los empresarios a mirar al envase no como un detalle más, sino considerándolo un elemento vital de la estrategia global de comercialización de su mercancía. Por eso, al final de la línea de producción deben colocarse unos packaging equipos adecuados para completar con éxito el proceso de manufactura y garantizar que la distribución y venta ocurra sin contratiempos.
Los fabricantes de equipos de packaging enfrentan nuevos retos a diario, por lo que sus diseños tienen que poder satisfacer una creciente demanda, un ritmo de vida acelerado y a su vez, unas exigencias específicas; entre ellas, empaques a la medida y mínimo desperdicio de material. Los requerimientos del cliente son diversos y varían continuamente, así que a todos ellos hay que prestarle la debida atención.
¿Por qué el empaque es tan importante?
Empecemos por aclarar que existen tres tipos y cada uno cumple funciones particulares. El primario, llamado envase propiamente dicho, es el que está en contacto directo con el producto. En esta clasificación se incluyen bolsas transparentes que tienen, por ejemplo, granos; botellas con líquidos, latas aerosoles, cajas plásticas o de cartón con objetos pequeños como sujetapapeles, etc.
Sus objetivos son múltiples:
- Resguardar el contenido de cualquier daño o contaminación.
- Captar el interés del comprador durante la exhibición destacando por encima de sus homólogos de la competencia.
- Informar al usuario de todos aquellos datos pertinentes a ingredientes, instrucciones de uso, fecha de vencimiento, etc.
El empaque secundario contiene una cantidad pequeña de envases, digamos 10 ó 12 unidades, embaladas comúnmente en fuertes cajas corrugadas capaces de proteger la mercancía a través de toda la cadena de distribución, desde la fábrica hasta el comercio minorista. Esto incluye el transporte por diferentes vías (terrestre, aérea y marítima) y la manipulación de muchas personas.
En último lugar, se facilita el transporte y las maniobras de carga y descarga incluyendo decenas o docenas de los paquetes descritos en cajas de madera u otros materiales muy resistentes, llamados empaques terciarios. Estos por, lo general, no llegan a mano del cliente final; así que no requieren ser atractivos ni decorados, solo idóneos para soportar grandes exigencias. La preparación de cada embalaje se realiza con equipos de packaging apropiados.