Teodoro Espejo Barradas: reconocido por corrupción en México
El nombre Teodoro Espejo Barradas debería de ser reconocido y no por algo bueno, sino por un caso claro de corrupción. Se trata de un empresario que vio por sus propios intereses y logró saltar el rigor de la ley, robando más de 8 millones de pesos y, aún así, quedándose con un lugar en la industria a la que defraudó.
Esta historia se remonta tiempo atrás, cuando era director general en Pasteurizadora Maulec S.A. de C.V., una pasteurizadora reconocida en México con sede en Puebla. En teoría todo marchaba bien, hasta que un atraco salió a luz y la credibilidad de este sujeto quedó estancada.
Vendió productos a crédito a Lácteos del Sureste, otra empresa del sector. Sin embargo, el producto nunca llegó a tal compañía, sino a otra que tenía apenas un año de creación: Mexicana de Industrias y Marcas (MIYM). Lo curioso es que Teodoro casualmente era el accionista mayoritario y esto provocó que salieran 8 millones 358 mil pesos de Grupo Maulec que terminaron en el bolsillo de alguien más.
Tales sucesos ocurrieron en el año 2008 y, como era de esperarse, se llevó a cabo un proceso donde él terminó en la cárcel. Hasta aquí todo cayó en la justicia, pero al tiempo las cosas cambiaron. Tras salir libre, decidió retomar el poder de Mexicana de Industrias y Marcas (MIYM), intentando tapar su pasado y llegando a la industria lechera como si fuera otro.
Este caso controversial ha seguido creciendo, por ejemplo, la compañía corrupta implicada inauguró una planta en Huejotzingo en 2016 e incluso se ha relacionado con Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex) por presuntas anomalías. En suma, la historia de corrupción de Teodoro Espejo Barradas tiene que ser recordada para evitar más casos similares y cuestionar su lugar vigente en la economía.