Un tratamiento adicción cocaína es más efectivo desde un enfoque integral
Sabemos que las sustancias ilícitas como el cannabis, el alcohol, el tabaco y las demás drogas son perjudiciales para la vida y salud de las personas, sin embargo, no podemos dejar de mencionar que la cocaína influye de una manera muy negativa, puesto que, además de ocasionar afecciones cerebrales, también genera conflictos a nivel social, familiar, psicológico y laboral. En este caso, un tratamiento adicción cocaína desde un enfoque integral es la mejor forma de lograr un cambio saludable.
Estar consiente de una adicción es una experiencia muy poco placentera para individuo y, por suerte, los que han aceptado esta problemática en su vida han optado por asistir a centros de tratamientos de rehabilitación con el fin de encontrar una mejoría, pero lo cierto es que no es cuestión de días ni de la aplicación de un solo método, por el contrario, un procedimiento efectivo será aquel que involucre los factores biológicos, psicológicos, sociales y familiares del paciente.
Tal vez muchos se estarán preguntando: ¿por qué debe ser así?, y es que un adicto a la cocaína presenta otros cuadros de consumo como, por ejemplo, adicción al crack o al éxtasis, lo cual indica un estado de dependencia bastante elevado, en el que se involucran niveles descontrolados de ansiedad, depresión e incluso psicosis. Realmente, se trata de un panorama poco esperanzador, por ello, la intervención requiere ser abordada desde todos los aspectos.
¿Cuál es el mejor tratamiento a la adicción a la cocaína?
Existen dos mecanismos efectivos para ofrecerle a los pacientes un cambio sano, en ese sentido, podemos encontrar: los tratamientos farmacológicos y la terapia conductual. En cuanto al primero, hay medicamentos para tratar la drogodependencia y, generalmente, ejercen un balance positivo sobre el cerebro y los neurotransmisores que participan en el problema.
Por otra parte, se ha observado que la terapia conductual genera excelentes resultados, debido a que trabaja la dependencia a partir del control de contingencias o incentivos para motivar al paciente a disminuir la ansiedad por la droga. Finalmente, estos procedimientos se complementan con las relaciones familiares y otras actividades extras, con el fin de devolverle al afectado una desintoxicación significativamente saludable.